martes, 22 de abril de 2014

Un tranvía llamado deseo.




"En España han quedado en los últimos años demasiados símbolos de esta era del despilfarro y el sinsentido, toda nuestra cartografía está inundada de espacios vacíos o en desuso. Obras faraónicas por otro lado, vaya que no son casetas de perros.

Tenemos hoteles a medio construir, urbanizaciones fantasmas que contribuyen al récord  de casi tres millones y medio de viviendas vacías, radiales que van a quedar para que las cabras pasten porque por allí apenas se ven coches y el colmo del esperpento con Huesca, Ciudad Real y Castellón en la cima, con flamantes aeropuertos para el aterrizaje de moscas..."

En el último artículo en Guadaíra Información reflexiono sobre la necesidad de un transporte público eficiente y los despropósitos políticos y empresariales que han hecho de España un país de obras faraónicas que a muy pocos bolsillos han ayudado. Si quieres leer más, pincha aquí