jueves, 18 de diciembre de 2008

Matthias Dammann y mi sueño de tener una guitarra (eléctrica).




Mi tito Toño, guitarrista, es un cabroncete.

Veréis:

Matthias Dammann debe ser como el Salinger de la construcción de guitarras. Ya sabéis que Salinger además de escribir “El guardián entre el centeno” es un tipo rarete, que no concede entrevistas, no se deja fotografiar, odia los medios de comunicación y permanece como un hermitaño allá por donde viva en los USA (si sigue vivo claro)

Matthias Dammann es lo mismo pero construyendo guitarras. Tiene una peculiaridad, sus guitarras se valoran mucho en el mercado. Vamos, que son la hostia. Esto se debe a que utiliza una técnica de construcción novedosa utilizando materiales de la Guerra de las Galaxias como el nomax.




La cuestión es que el nomax contribuye a una doble capa armónica. Eso por lo pronto nos da un dato importante: que las guitarras al uso tienen una tapa. La tapa es fundamental porque recibe la vibración de las cuerdas, las acoge y las proyecta. Sin tapa, una guitarra española sonaría como una eléctrica sin amplificador. Eso nos lleva a un segundo dato importante: la tapa es una parte de la guitarrita imprescindible. El tema es que las tapas, que suelen medir unos tres milímetros de espesor, del uso pueden acabar rajándose. Es lo que tiene estar toda la vida recibiendo vibraciones, y supongo que si el guitarrista es malo, malas vibraciones (chiste pésimo, lo sé).

Para que cuando te gasta una pasta en una guitarra, al año o dos, no veas como su tapa se raja y se te quede cara de gilipollas, los lutieres toman la precaución –sobre todo porque no desean que una ristra de músicos enfurecidos les persigan con guitarras con tapas rotas para acabar de romperlas en sus cabezas- de incluir unas varillas de madera interiores para ganar resistencia.



Estas varillas restan no sólo sonido sino también calidad de sonido. Ya que la proyección de las vibraciones no se estampa contra una superficie lisa, sino contra una superficie lisa con varillas superpuestas. El nomax que es el no va max (otro chiste malo) soluciona el problema de las varillas. El nomax fue descubierto en 1967 por Dupont (si además de bolis y plumas, inventa fibras guapas) y es pa resumirlo una fibra poliamida meta-aramid, poly(metha-phenyleneisophthalamide). Es resistente al fuego, esta es una de sus mayores peculiaridades.

El nomax se utiliza para que los pilotos de la F1 no se quemen si por un casual salen ardiendo si son tan malos de estrellar su monoplaza; los países que tiene presupuesto también suelen equipar a sus bomberos con trajes de dicho material, y ya si se estiran mucho para los guardas forestales, aunque esto sólo en los países con mucho, mucho, pero que mucho presupuesto y claro, con bosques. Ah, está el caso particular de USA, que lo utiliza para objetivos bélicos. No hay nada que para ellos no tenga utilidad belicosa, últimamente torturan con canciones de Bob Dylan y Brittney Spears (de la segunda perfectamente entendible, no obstante).

Entonces el tal Matthias Dammann al que le gustaba mucho los sándwich, tuvo un momento de Eureka, y se dijo a sí mismo: ostia, por qué no hacer lo mismo con las guitarras; mientras degustaba uno de ellos con manteca de cacahuete y aceitunas negras contemplando los Apalaches desde una cafetería donde una camarera llamada Wendy con las uñas pintada de rosas y mucha laca para mantener un pelo enrevesadamene rizado le sirve un insalubre segundo large black coffe con su perenne sonrisa de rolliza pelirroja americana, esta señorita es un personaje de Raymond Carver o una figura de Hooper, por supuesto. Total, que Matthias, tras la iluminación sale pitando de allí –sin pagar, pero hay confianza-, se mete en su taller y pilla dos tapas de madera de un milímetro de espesor que corresponderían a las rebanadas de bimbo y le unta por dentro una capita de nomax (que casualmente tenía por allí), que correspondería al foiegrass, mermelada, mantequilla, etc, dependiendo del gusto del consumidor. Con semejante emparedado consigue que las vibraciones de las cuerdas se proyecten sobre una superficie lisa y encima mucho más resistente. Resultado: la guitarra perfecta (e indicada preferentemente para los músicos con hijos pirómanos)

El relato anterior es una licencia poética, no tengo ni idea si fue Matthias el que usó por primera vez el nomax aplicado a las guitarras y mucho menos si le gustan los sándwiches.
Wendy si existe.

Como con toda técnica revolucionara y nueva se levantan dos trincheras: defensores y detractores. Para los interesados hay numerosos foros en internet que lo demuestran, con sus inevitables insultos, corporativismos, fetichismos y ecéteras. No perder de vista que la fauna de los músicos, y sobre todo de los músicos de escuela y conservatorio, es de lo más rarito. Así son ellos, efectos colaterales y secundarios de pasarse años haciendo vibrar cuerdas, soplando, golpeando, o dirigiendo a los que hacen vibrar cuerdas, soplan y golpean, durante varias horas al día. Se zumban, para resumirlo. Yo, por raro que parezca, no soy músico.

Mi tío es músico, ergo es un zumbao.

Pero a su zumbadez le añade grados.

Los grados se los añade cuando me encomenda que le busque una de esas guitarras por Londres. Yo lo haré encantado, con mi pobre inglés a cuesta. Y es que el tal Matthias no puede vender sus guitarritas por internet como hace todo buen hijo de vecino, sobretodo si quiere ganar pasta. A él le va más lo de lutier maldito; así que hace pocas y buenas guitarras y sólo las vende en persona –o algo así- en los USA. Eso provoca un mercado negro de cojones y que sus creaciones alcancen valores incalculables. Así que ya me veo yo metiéndome por el submundo del contrabando de guitarras de nomex, volviéndome un experto en la materia, examinando cada nuevo ejemplar que encuentre para determinar si es una Dammann de verdad o de mentira. Para ello ya he comprado en ACME un detector ultrasónico de estileno líquido detector de nomax. Además me tengo que pasar por Baker Street a pillarle a Sherlock una lupa, sin lupa no hay investigación que valga. Pero por si acaso siempre llevaré un mechero. Ya que el nomax es resistente al fuego, en cuanto el vendedor se dé la vuelta haré como si me enciendo un cigarrito y acercaré la llama a la guitarra. Si no arde, nomax, fijo. Un soplete también funcionaría, pero con las cámaras que hay por Londres como para ir con un soplete por la calle. Tiene que ser una búsqueda sigilosa, no tengo ganas de tener a Scotland Yard encima.

Evidentemente si la encuentro le pediré a mi tito una retribución acorde con el hallazgo. Estoy pensando que un viaje a Transilvania o a mi amadísima Vladivostok podría ser unos honestos honorarios. También me molaría ir a la cafetería enfrente los Apalaches para visitar a mi pelirroja americana con las uñas rosas; pero creo que cruzar el charco sería demasiado pedir. Aunque en el hipotético caso de que pusiera mi vida en juego por una Dammann si se lo pediría. Wendy y su café me esperan, lo sé.

Matthias, gracias por ser tan rarito, me espera una aventura digna de ser contada.

Ah, y mi tio Toño es un cabroncete no por algo relacionado con esta historia, es un cabroncete porque no persuadió a mis padres para comprarme una guitarra eléctrica cuando la quise, allá por los quince años. Hoy podría perfectamente ser una Rock Star, incluso quizás hasta conocería a Matthias personalmente.

Aunque lo de aprender a tocar la guitarra alberga una motivación aún más retorcida. Estoy zumbado y si fuera músico, al menos, tendría la excusa perfecta.

Así que ahora que pienso… cuando encuentre la Dammann le haré una fotico y se la enviaré con el siguiente subtítulo:

“¿Te acuerdas que yo quise una guitarra eléctrica?”




7 comentarios:

Anónimo dijo...

Uno, como se cree músico, también se tiene por pirado (lo contrario no haría más q demostrar q carezco de talento; ni muerto) Pero reconozco q tras años de comprar revistas, buscar webs, diseccionar foros y hurgarme la nariz jamás había oído hablar de Matthias y su técnica. Gracias chaval, hoy has hecho a un friki un pokito más feliz. Si cd vuelvas a tu tierra panadera sigues con tus ensoñaciones guitarreras aquí tienes alguien dispuesto a darte unas clases de iniciación.

Merry Xmas!

Chili Palmer

Calvanki dijo...

Jajajaja, muchas gracias Chili Palmer, para mi suerte lo de querer tener una guitarra eléctrica fue una ínfula que me duró un par de meses allá por los 15... además mi oido es algo así como cemento enfoscado... creo que tienes a alguien nuevo por tus alrededores que si le inicias dentro de pocos añitos quizás en el futuro sea algo (en la música)

Un abrazo.

Enseñar es lo más bonito de todo, sin duda.

Anónimo dijo...

soy "EL TITO TOÑO".
visto lo visto, podemos hacer un buen equipo: yo te doy la idea inicial, cual piedra de mármol de cantera, y tú, Miguel Ángel de las letras, terminas ganando el planeta cuando menos.
ya te contaré más cositas... capullín!!

por cierto: no escribas más "nomax" ke me parece que es "nomex" no??
un besito a mi sobrinito.

ah! Y: menos mal que usas la pluma para escribir (en sentido figurado) y no para rascar cuerdas; me debes una sobri.

(en otro momento ya te informaré sobre las plumas y las cuerdas alma de cántaro)

supertito.

Anónimo dijo...

Su madre y yo consideramos seriamente lo de la guitarra eléctrica...Y tras varios segundos de intensa deliberación comprendimos que sería mejor orientarle hacia la filosofía...

Anónimo dijo...

SUPERTITO:

siempre está a tiempo de meter los "deítos" en un enchufe y ver qué pasa: roz der gueno, seguro!!

(roz, sinónimo callejero de "Rock and Roll")

Calvanki dijo...

jjajajaj.

To;o estoy deseando que me informes sobre plumas y etc... veo que te est'as metiendo mucho en la otra acera...jajajaja

Padres... no veas la que liasteis con eso de orientarme hacia la filosofia

Calvanki dijo...

jajaja, supertito, hemos solapado los mensajes, el mio que va detr'as del tuyo deb'ia ir delante... los hemos escrito sincronizadamente...jajajaj, qu'e bueno