viernes, 29 de octubre de 2010
Los dias de piernas izquierdas mejor no te topes con un abrigo de "baby cachemir"
Uno a veces se levanta con la pierna izquierda. Otras donde uno parece que tiene siete piernas, o mejor trece, y se levanta con todas ellas juntas.
Aparte de levantarte tarde y tener que correr como un poseso y llegar a la estación donde enlazan las lineas de metro y el metro que tienes que coger pues ese dia no funciona (cómo no, la Distric Line, que falla más que una escopetilla de feria) y sales fuera buscando desesperadamente un autobús y te equivocas de autobús y te bajas y corres y coges el autobús correcto y te das cuenta de que se te ha pasado afeitarte y que la superjefa está en el curro y tienes que ir afeitado sí o sí y llegas con el tiempo justo para comprar en el Booths loción de afeitar y maquinillas desechables por 3,79 libras, esperando una supercola que justo la que por fín sólo hay delante de tí paga céntimo a céntimo y se le cae la bolsa y la dependienta sale para ayudarla y todo el rollo que os podéis imaginar para que el tiempo corriera y corriera y llegas al puto staff room y justo hay alguien en el cuarto de baño y tienes que aporrear la puerta y al final consigues afeitarte pero te cortas, como no, te cortas, y ahora no hay papel higiénico para ponerte trocitos en las heridas y sales por el papel y lo encuentras y te lo pones y esperas que la sangre se seque y por fin bajas (sólo tres minutos tarde y sudando claro) y te pones a currar y en uno de los infortunados lances y peligros que siempre corre un camarero le derramas la spicy sauce en un abrigo de "baby cachemir" que dice el pavo que le ha costado tres mil libras. Limpias con tónica el abrigo y resulta que el apestoso olor a pie de la susodicha salsa no se quita y entonces se planta una espada de Damocles sobre tu cabeza, porque le tienes que decir que vaya a la tintorería y que pase la factura, factura que si al pavo le da por traer la tendré que pagar yo, así que mañana, pasado, o en una semana es probable que me tenga que hacer cargo de una factura de una tintorería pija para quitar el apestoso olor a pie del abrigo de baby cachemir. Otra cosa que me apunto si fuera Dictador del Universo: prohibir los abrigos de baby cachemir de tres mil libras, ir con un abrigo de esos es un peligro, cojones.
¿Pueden pasar más cosas?
Desde luego.
Un cliente te pega un grito delante de la superjefa por la que has corrido la odisea del afeitado reclamando su chicken teriyaqui que dijo haber pedido veinte minutos antes y del que yo no tengo ninguna noticia. Al final el tio se come su chicken, por cierto, un tipo al que le tuve que cambiar tres veces el arroz porque me dijo que estaba muy seco y que él entendía de arroz. ¿Pero que clase de freaki te dice, "hey chaval, ojo, que yo sé de lo que estoy hablando, que yo entiendo de arroz y este está seco"? Coño, pues compráte un spray y lo pulverizas con agua, cojones. Al final paga su cuenta de 35 libras y deja una propina de siete. Quizás mala conciencia. Y como esa, quizás de menos magnitud, se suceden treinta y siete situaciones más de lo mismo y que sería ya demasiado relatar. Vaya, uno de esos días de trabajo donde te gustaría tener un kalashnikov y hacer un par de ráfagas de tiros, pero que de seguro que si lo tuvieras, nada más apretar el gatillo te volarías el pie. Y cuando tengo cinco mintuos por fín, para irme por la puerta de atrás a fumar un cigarro y a respirar aire fresco y que las pulsaciones se calmen me encuentro con el Arthur que me empieza a dar la murga para que le diga como se dice en español "I like your smile". Ya sé, le podría haber dicho, Arthur, colega, no es momento. Pero el Arthur es un cacho pan y yo supongo que lo seré también y ahí que hemos estados tres minutos diciendonos mutuamente "Me gusta tu sonrisa" "Me gusta tu sonrisa" "Me gusta tu sonrisa" uno con acento de sargento lituano y otro con el sevillano que alguno conocéis. Se me olvidó preguntarle al Arthur para que cojones quería saber eso, aunque tengo fundadas sospechas. Total que ya me tengo que volver para adentro y en el primer té que pongo tras el break va y me quemo con agua hirviendo.
¿Pueden pasar más cosas?
Sí.
Una siesta interrumpida, tres mesas remolonas al cierre, el autobús justo que se va en tus narices, etc, etc, etc.
Todavía estoy riéndome de mí mismo. En el fondo los días así tienen su punto divertido.
En casa por fin el Yogan. Un amigo francés que compartió la etapa Ealing y que hace escala en nuestra cobacha de Hammersmith en su camino hacia Islandia. Me relató con mapa en mano de su flipante viaje bordeando la isla y de las millones de experiencas que vivió que le hacen respetar esa manía de los islandeses de creer en duentes, hadas y gnomos; de sus planes para hacer una residencia artística en Reikiavik y tirar millones de fotos y de pasarse dos meses trabajando en una granja en medio de ningún lugar, simplemente para escuchar el silencio de la tundra y rodearse de naturaleza. Espero que no sea de arroz, la granja digo.
También me dijo algo que me va a servir para cerrar esta entrada. Es Islandia tienen un dicho:
"no hay problemas, sino soluciones".
Me animó por un momento, hasta que... ¿Os imaginaís cuál va a ser la solución del amigo del abrigo del baby cachemir no?
jajajajajajaja.
Por cierto, la peazo foto que encabeza este vomitón de palabras es del amigo Yogan. Guapa eh?
Today It was that kind of days that you want to forget. At least I was with Yogan, a French friend, amazing photographer, who is spending one night with us in his way to Iceland. Pic above is from him. It is cool, isn´t it?
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7 comentarios:
A mí si que me gusta tu sonrisa y, sobre todo, que después de este día de mierda escribas algo que me haga sonreir.
¡Ánimo! después de un día así seguro que aparecen muchos buenos.
Estoy con martuki, y si, eres un cacho pan...
Qué guay, Álvaro, jajaja, me encanta tu blog. Si al final me voy a tener que registrar y tó. Yo que nunca me meto en estas cosas. I.
Siento lo del mal día.... pero me has hecho reir un montón!!!
Bicos
jajaja, I. registrate, registrate cohones.
Ruth, esa era la intención. Besos y bicos.
me ha encantado, todos nos deberiamos reir más de esos días "torcidos"
¿cuando vienes por aki????
besos
Pues Alcalá me tendrá que aguantar con el turrón. Pa navidades!!!
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