martes, 14 de septiembre de 2010

Troy Bar en Old Street.

El Troy Bar es un garito por el que he pasado varias veces en toda mi etapa londinense. Es un bar que descubrí de rebote ya que en las islas a muchos les da por cerrar a antes de las dos o incluso de la una. El Troy está siempre hasta las tres. Venden latas de cerveza, yo siempre suelo tomar RedStripe y solo disponen de un tirador, normalmente "Cobra". Pero lo mejor es que siempre puedes encontrar música en directo:


Troy from calvanki on Vimeo.



Como en muchos otros lugares, has de pagar un pokito para entrar, pero lo mejor del Troy es que está permitido "regatear" y siempre puedes ahorrar unas pelillas. La última vez ibamos cinco, la entrada costaba tres, pero el gorila de la puerta nos lo dejó a seis libras por el grupo entero... osea que ahorramos lo suficiente para pillarnos tres RedStripe.

En definitiva, un sitio guapo vaya.

I had talked about Troy Bar, one of my favourites places in London. You can find live music and it is no too much expensive. It is definitely cool.

jueves, 2 de septiembre de 2010

London: city of vouchers.

Londres es la ciudad de los vales descuento y promociones. Que si cena para dos a precio de una, que si compras un ticket de tren te regalan un tanto porciento de descuento para la noria-cara-de-los-cojones, conocida como el Londoneye, que si metes un código de la caja de 50 teabajs de Twins Earl´s Grey te puede tocar desde un descuento para un musical o un par de vales para pillar un barco con travesía por el támesis. Hay páginas especializadas como Voucher Codes para aquellos que se quieran ahorrar unas pelas invitando a la amante al cine, al perro a la peluquería o se quiera pintar las uñas de rosa fuxia.

Y no es clasista.

En mi restaurante he visto como parejas con bolsos prada ella y trajes armani él (además de un peluko que debía pesar como siete quilos) te sacan el voucher de 40 libras descuento sin el menos atisbo de embarazo, dejándote una cuenta de tres libras y largándose sin dejar propinas. Es un dato curioso, al menso en mi restaurante, cuando un cliente utiliza un voucher raramente deja propina; supongo que se lo toman como el día "a ver cuanto soy capaz de ahorrar".

A mi esto de los voucher, como no, me parece una idea cojonuda. Yo se de algu-nos que se han tirado año y medio bebiendo tap waters y comiendo dos pizzas a precio de una, cual pareja de enamorados que está ahorrando para el pisito. Vamos, que en general es una buena idea, menos cuando el pijo pelo revuelto del peluko de siete kilos no deja su correspondiente 10% de propina, entonces a mi me dan ganas de coger al pelo revuelto ese y meterle el voucher de cartón por el culo.

Y luego, hay otras veces donde los vouchers son de tan estúpidos incluso divertidos.

Atentos a este.



Es decir, si compro Kung Fu Panda, sólo si compro Kung Fu Panda y no cualquier otra película, y entrego este ticket (es decir, que si compro Kung Fu Panda pero no doy el voucher nada de nada) me dan 50 puntos extras. Luego puedes canjear los puntos. 2500 puntos hacen falta para que te den una tostadora de un valor en el mercado de unas 20 libras. Tendría que comprar 50 veces la película del Kung Fu Panda para tener la tostadora de 20 libras. También esto nos lleva a pensar que a algún directivo de la cadena de supermercado se le ocurrió la brillante idea de adquirir un stock de Kung Fu Panda de la hostia, y ahora no saben como coño venderlos. No sé, es ridículo, en suma. No obstante, lo que sería negocio sería colgar una página de intercambio de vouchers, tipo: "te cambio los 50 puntos por comprar Kung Fu Panda por los 35 puntos por llevarte el triciclo con ruedas amarillas".


London is a city where everything you want to buy, you can get a voucher to save some money buying it or get some points to future shopping discount. London is a very expensive city, but you can save money if you have a laptop and a printer. or if you are able to keep that stupid receipt, as you can see in the pic, and then use them.