jueves, 29 de diciembre de 2011

Busca las 7 diferencias.


De una foto a otra hay como unos quince años... y es que en estas Navidades me he dado cuenta cómo de rápido pasa el puto tiempo.

No mucho más que contar, sólo eso, que el tiempo se va escabullendo.

Y bueno, lo de siete diferencias es porque había que titularlo de alguna manera, porque en realidad hay quinientas.

Pd: menos mal que me quité el pendiente.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Cafe Fiori en Leicester Square.



En Navidad todos los españolitos que estamos buscándonos la vida en London intentamos regresar a comer el turrón en nuestra tierra. Y los que están hartos de turrón en nuestra tierra se vienen para London a pasar unos días y a visitar el Big Ben, la Noria, el British Museum, Covent Garden y bueno, esos diez sitios imprescindibles en las que todas las guías al uso se ponen de acuerdo.

Quizás alguna de ellas recomiende el Cafe Fiori, no voy a investigarlo. Pero si estás harto de dar vueltas, tienes los pies hinchados, la cámara pesa con las diez mil fotos que jamás vas a volver a ver después de subir siete al facebook, has comprado ya el te británico que viene de Sri Lanka metido en un autobús de hojalata o la taza con el "Mind the gap" y te entra hambre, y ya estás hasta el culo del McDonals el Burguer King o el Pret a Manger y quieres un bocata güeno, güeno, como el de filetes de pollo empanao, vete al Cafe Fiori, que está justo al lado de la estación de Leicester Square. Más centrico imposible. Cumple la sagrada regla de las tres "B": Bueno, bonito y barato.

Y si quieres ya que la sagrada regla de las tres "B" se convierta en la sagradísima de la ostia puta regla de las tres "B"... sólo tienes que salir de juerga por el centro, dejar que un tipo te convezca para ir a un club entrando presuntamente más barato regalándote un chupito de licor del malo, intentar una aproximación simiesca a la bandada de guiris morconas con minifaldas o a la jauría de british despeinados de nariz respingona y que luego tras gastarte lo más grande es cubatas en lo que en vez de echarles el alcohol sólo se lo enseñan y ya cuando estés vagando por las calles en zig zag, sin saber qué demonios de autobús tomar para regresar a ese inmundo B&B donde las magdalenas duras de por la mañana te han jodido un diente y el estómago hace acto de presencia con su "aquí estoy yo, come o muere"... entonces ve al Fiori y pídete el bocadillo de filete de pollo empanao. Y si sigues estas directrices te aseguro que será la mayor experiencia culinaria que hayas vivido en Londres.

PD: La foto no es del cafe Fiori, sino del estado en el que debes estar para que ese bocadillo te sepa a gloria.




In this post I´m only suggesting a place to get a delicious sandwich for the Spaniards who are coming to London to spend a few days visiting the highlights that every guide says you can not miss. After a day shooting pictures, walking around or a night dancing, trying to flirt and drinking, Cafe Fiori´s sandwich can save your life.

viernes, 16 de diciembre de 2011

150 interconectados.



Estoy leyendo en el libro "The Tipping Point" que en lo concerniente a las relaciones humanas el 150 es un número sumamente importante.

Resulta que si un grupo supera esa cantidad, las relaciones entre sus distintos miembros se deterioran, vuelven frías, la gente empieza a no conocerse, se generan subgrupos, las enemistades, problemas y malentendidos son mucho más arduos de gestionar y bueno todo lo que ello conlleva y que podéis imaginar.

Londres es una ciudad de unos nueve millones de habitantes, millón arriba o abajo.

Las deducciones os las dejo a ustedes mismos.

A uno esta ciudad le puede parecer fría, vertiginosa, inhumana. Y es completamente cierto. Ayer en el metro por ejemplo una abuelita se subió al vagón y preguntaba si aquella línea la llevaba hacia no sé donde. Por unos diez segundos nadie la contestó, delegábamos en el de al lado el coñazo de tener que repetir a la abuelita tres o cuatro veces que sí o que no, demorando el esfuerzo de tener que averiguar si la estación a la que la señora se refería estaba en el display justo arriba de nuestras cabezas. Finalmente la de al lado empezó a proferir sonidos, el de enfrente acertó a decir que sí, pero la de mi izquierda dijo que no, la abuelita estaba hecha un lío, un joven se levantó y señaló en el display que efectivamente la estación estaba allí y que la abuelita estaba en el tren correcto, otro se levantó y la ayudó a sentarse y no sé muy bien cómo todos rompimos a reír por el desorden que la ochentona había introducido en nuestro vagón.

Por lo tanto, Londres como megalópolis es fría, vertiginosa y inhumana.... los primeros diez segundos. Los diez segundos de confusión de que un completo desconocido de distinta raza, credo, edad y condición te pregunte por una dirección, pida ayuda, o cualquiera de los motivos por lo que un extraño se podría dirigir a ti.

Y por es tan importante ese artilugio de no más diez centímetros que religiosamente todos atesoramos en nuestro bolsillo. Es por eso que en esta ciudad a cada poco ves a siete personas utilizándolo al mismo tiempo, mientras esperan, en le bus, en la cola del club, en el restaurante. El móvil subraya a los 150 de nuestro grupo allá donde estén, puede que alguno justo enfrente compartiendo nuestros espaguetis, o leyendo tragedias griegas con un biberón, puede que otro ande por Sri Lanka de luna de miel, o en Brasil haciendo negocios, o en Helsinki preparando una exposición de fotos, algunos pueden estar en Polonia peleando como jabatos, o en México apretándose los michelines para caber dentro de un traje, o por qué no en Lanzarote alimentando a unos perros ajenos o en Valencia esperando que lo manden para Madrid o en Madrid sujetando un micrófono, incluso es posible que haya alguno devanándose los sesos en Sevilla para que los muebles columna de su cocina sean menos profundos y así poder encajar el horno que utilizará una vez cada siete meses para hacer un plato incomestible. Y en mi caso, la mayoría todavía andan por Alcalá de los Panaderos, esperando hijos, estudiando opos, sacando a pasear a un perro pequeño al callejón del huerto, trabajando para Vodafone, superando trances como valientes, o sea más o menos haciendo sus vidas.

Facebook, twiter, whatsApp, Googletalk, messenger, skipe... son el adhesivo que mantienen pegados a nuestros 150, allá donde estén.

Y el móvil, hoy en día, es es el item que lo permite de una forma fácil, sencilla y deslocalizada. Así que con dos cojones, VIVA EL MOVIL Y LA MADRE QUE LO PARIÓ!!!



Nokia lanzó su nuevo periférico con un espectáculo 4D al que tuve la malafortuna de asistir, porque casi una hora de pie muerto de frío para ver ese minutito que tenéis ahí enfrente. Pero bueno, que sirva como homenaje.

Y gracias a uno de los 150, uno que ha ido a repoblar Zaragoza, ya que esta entrada la he escrito escuchando a Catpeople, su recomendación.

You know, when I was a teenager I hated mobiles... I guess for a guy who thought he was a grunge it wasn´t cool to want a mobile. Obviously he got it at the end. And since then he has always carried one. Now a days he doesn´t love it but he really thinks that it is the easiest way to keep in touch with the people he cares, in any time in any moment. So he has to surrender to reality and start thinking that becoming a mobile´s addicted is not so bad.

jueves, 8 de diciembre de 2011

Salva al tigre.




En Londres resulta que te estás tomando un café helándote de frío porque te obligan a helarte de frío porque ya no se puede fumar dentro y te viene un tipo con un chubasquero naranja que dice "save the tiger" a darte la murga con que al tigre hay que salvarlo, que está muy jodido, y que si cuando te acabes el café por qué no mandas un mensaje a no sé donde con lo que donas no sé cuánto y te das de alta en no sé donde y le das tu email para no sé qué cosa y luego te unes a no sé que otra historia y cuando haces todo eso resulta que estás apadrinando a un tigre y lo salvas y todo. En y desde Londres puedes alimentar a niños en áfrica, contribuir en la investigación contra todos los cánceres que hayan sido alguna vez prescritos, salvar a todo bicho viviente que esté en peligro, ayudar a los sin techo y a los con techo pero sin dinero. La caridad aquí es una religión y hay empresas que ponen a vendedores en la calle que te ofrecen algo de buena conciencia a cambio de unos cuantos pounds y varios email molestos durante algún tiempo. Cuando te encuentres un chubasquero color chillón alguien te van a pedir algo de dinero telemático para que salves algo... yo lo hice una vez, contribuí a comprar una red mosquitera para salvar de la malaria a no sé que niño de áfrica que supongo que ya estaría alimentado; quizás sea una especie de pirámide caritativa, una recoge el dinero para alimentarlo y otro para que el mosquito no eche por tierra el trabajo de la primera. Ahora lo que me queda duda, es que si salvo al niño de la hambruna, lo salvo del mosquito, ayudando a salvar al tigre a lo mejor le estoy volviendo a poner en peligro. Quizás dentro de poco haya una charity (es el nombre que tienen estas organizaciones) con la que subvenciones un fusil para que el niño al que alimentaste y al que ayudaste a no pillar la malaria se defienda del tigre que salvaste. Total, habrá que terminar el trabajo, no vamos a salvar a los niños del hambre y la malaria para que se los coma el tigre. Entonces es cuando los tigres ya si que no sobreviven. Con los tigres fuera del mapa, ahora lo que tenemos son muchos adolescentes con fusiles, alimentados y sin malaria. Así que salvar al tigre se traduce en un montón de adolescentes de los paises que no dejamos que se desarrollen con armas y mucho tiempo libre; sanos como un roble. Y eso sin contar con las charities gubernamentales de los países pluridesarrollados que ya llevan años de ventaja solidaria inundando de armas esos países que no se acaban de desarrollar. Que al final no hay hambre, no hay malaria, no hay tigre, pero hay muchas armas. Entonces ahí. yo, apurando el café, decido. Corto la perolata del del chubasquero naranja y le increpo. Lo que tendría que haber es una charity para la proliferación de las armas de destrucción masivas y que se acabase ya de una puta vez con tó. El tipo se queda estupefacto y ya río y le digo que es coña, que no hombre, que los atajos nunca son buenos, que al final nos destruiremos pero total, para que darse prisa, que eso de la charity de la destrucción masiva era una gilipollez. El tipo da un paso para atrás. Yo dejo el vaso de plástico reciclable en la mesa, me levanto, me coloco la bufanda porque el frío no entiende de caridad, me pongo un cigarro en la boca y le digo la verdad: que no; que no tengo yo el día hoy para tigres.

Así que regateando al del tigre, y como no tenía ánimo de fotos, al final he encontrado ese tigre gracioso en la red y es el que he puesto.

Y bueno, por si a alguno le da por salvar al tigre. Aunque como el tigre que salves se coma al niño al que le compré la red... atente a las consecuencias...

Ok, Even me don´t know what the hell I was talking about. I guess about charities who ask you some money and support to save tigers, whales, kids, and whatever... but I think in spanish my thoughts are a bit more complicated, bizarre and stupids than in English. In English I´m much more settled. I was having a coffee and I saw one of these guys with colourfull raincoats asking to save the tiger. He even didn´t ask me... maybe I don´t looks like the kind of guy who leave some coins in charities but something happened that made me think a little. A girl that was passing by said something to him: Sorry I don´t need this kind of sales, thank you.

jueves, 1 de diciembre de 2011

La huelga de la squeezed middle

Salgo de dar las clases de español y me encuentro con esto.



Llego a casa e indago. Dos millones de trabajadores del sector público -que no quiere decir que todos sean funcionarios- han salido a la calle con pancartas, silvatos, consignas y canciones.

Es la squeezed middle la que está protestando. La que según no se qué estudio tras diez años de austeridad, el periodo de tiempo que comprenderá del 2006 hasta el 2016, van a tener unos ingresos menores que los de los catorce años precedentes. O algo así. Vamos hablando en plata: que nos empobrecemos. Que la Universidad cuesta más pasta, que las tarifas energéticas suben a cada poco, y que dentro de no mucho habrá que pagar al de la bata blanca de turno para que te recete algo de paracetamol por el resfriado que has cogido por no haber podido pagar la calefacción.

Hay mucha gente en el planeta, cada vez menos recursos... la ecuación es bien sencilla. Pero en vez de racionalizar y emprender medidas que repercutan el mayor bienestar para el mayor número, en una dosificación de los recursos planificada para que sobrevivamos como ente planetario de una forma digna, con nosotros y nuestro entorno; en vez de eso un ejército de miles de soplagaitas, tiburones, cortos de miras, perezosos o directamente hijosdeputa son los que nos dirigen desde los parlamentos o desde esas fotificaciones aéreas que son los rascacielos.

Pero los culpables somos nosotros. Vaya por delante.

Y aunque salir a la calle con pitos y pancartas sea a lo mínimo un acto simbólico (ya sea en esta huelga, o en el 15M, o en las que vengan) queda todavía mucho camino por delante.

Y para mi la clave consiste en cambiar una cosa.

La actitud.

Porque todos esos que salen y pitan y vociferan y cantan y gritan y reclaman y protestan todavía están mil millones de veces mejor que la mayoría de los que viven en este planeta.

I came up with this strike yesterday. This was their issues . And my thought is quite simple. Hard times are coming, very hard ones, and I guess nothing is gonna change with strikes, songs, whistles or banners, a very tiny thing but very important have to change: the attitude. Yes guys, don´t forget that despite your cuts you quality of life is one millions times better than the rest of the planet, so... I think it could be a start fighting for a better and fairer world instead fighting to be able to save the payment of a paracetamol tablet. Blame politics and the economic world for making a bullshit world not to cut your pension.