viernes, 31 de octubre de 2008

Un pellizco del mejor humor inglés (muy, muy bueno)

Gracias a mi amigo Manuel os puedo ofrecer este magnífico video. Es very fun y no tiene desperdicio. Explica con sencillez la ecatombe de la crisis financiera y cómo los demás seguiremos alimentando a los tiburones, inevitáblemente. Por supuesto le dedico este video al Borre, nuestro "tabanito de Alcalá" que anticipó las crisis hace años clamando solo en el desierto. Va por ti.

Ojalá yo pueda escribir algún día sketch así.

jueves, 30 de octubre de 2008

Trámites, trámites y más trámites.



Bien, atendiendo a las peticiones de brevedad, mi intención es la fugacidad en la descripción del episodio en el que fuimos a Plaza España a solicitar un certificado de penales (para que los londinenses sepan que no hemos robado, matado, violado, ni incumplido ninguno de los diez mandamientos) luego fuimos al decatlon junto al Borre para proveernos de ropa adecuada al invierno (el Borre vino en calidad de asesor ya que ha pasado largas temporadas en la gélida Germania) para luego proceder en una oficina bancaria a hacer algo que no digo qué no vaya a ser que el hacker pajero nos esté observando y nos vuelva a birlar pasta. Entonces, subrayo, atendiendo a la brevedad: Fuimos a Plaza España, al Decatlon y al Banco. Punto pelotas.

Pd: ¿Dentro de las cabinas hará menos frío no?

lunes, 27 de octubre de 2008

Necesitamos vuestra ayuda. (cosas que se nos olvidarán colar en las maletas)




Bien... amigos, amigas, conocidos, desconocidos, bloggeros, aburridos o divertidos que por azares de la red hayáis entrado en este blog y leáis el post presente... Mariano y yo hemos de pediros help. Sencillo. Como muchos sabréis nos las piramos a London. Así que yo tengo una lista de cosas que voy a necesitar... y aparte de los artículos y gadjets típicos de los viajes de una semana, pues no se me ocurre nada más que el cortauñas como novedad (entended que cuando me las piro de vacas una semana ya dispongo que mis uñas vayan correctamente cortadas)

Mi entendimiento es lo bastante agudo como para adelantar que si sólo añado el cortauñas como novedad, en London voy a flipar cuando a cada segundo me diga: jo, esto se me ha olvidado, y esto, y esto otro. Así que POR FAVOR (porfi –para dar más pena)... si leéis el post, añadir un comentario con algún artilugio de primera necesidad, o segunda, o tercera... Una amiga ya me ha hablado de condones, así que eso está cubierto.

Las fotos tienen su misterio, son como instrucciones. 1ª foto: abstenerse de proponer cosas imposibles de llevar. Entended que cargamos sólo una maleta (15 kilos), por lo tanto nada de plasmas, monopatines, enciclopedia Larousse, futbolín -no pretendemos expandir ni globalizar un entretenimiento patrio- etc... 2ª foto: abstenerse de proponer cualquier tipo de artilugio ilegal o que nos pudiera ocasionar problemas (drogas incluídas) y es que nosotros somos de naturaleza obediente -y últimamente parda-, así que si algún lisonjero nos revela la necesidad y utilidad de un bazooka quizás lo incluyéramos en la lista. 3ª foto. No os abstengáis de nada... que coño, si es la puta verdad: polvo somos y en polvo nos convertiremos... así que a que narices vengo yo aquí imponiendo instrucciones. ¡A pasárselas por el forro!. (Una cosita, esta 3 foto es de Chema Madoz, visitar su web... sus fotos tienen un no sé qué genial: www.chemamadoz.com )

Para terminar una pequeña curiosidad... en la república cheka, los de nuestra generación, también veían Willy Fog... Es chulo cantado en su idioima (aunque claro, por entonces sería Checoslovaquia no?)

domingo, 26 de octubre de 2008

With a little help from my friends.

Ayer me sorprendieron con una despedida. Gracias, a todos, a los que organizaron, a los que vinieron, a los que se pasaron y por supuesto también a todos aquellos que no pudieron venir y quisieron.

Un homenaje para todos vosotros.

Sois mi mundo.

(nif, nif)

viernes, 24 de octubre de 2008

La Justicia corta cabezas mientras los demás montan monasterios zen y un hacker se hace pajillas. (Sin olvidarse de Nigeria y de los malditos 800)



(no encontré ninguna versión completa, es decir, tetas al aire, espada, báscula y trapo en los ojos, si leéis sabréis por qué la necesitaba, así que tenemos que aguantarnos con la presente mezcolanza)

Son éstas varias reflexiones, que intentaremos sigan la senda de humor, o al menos de una ironía degradada sobre el tema de la Western Union y los malditos 800.

Para no aburrir demasiado, ni a ustedes ni a mi mismo, omito el relato de “anteayer fuimos a correos a reclamar, los empleados no sabían cómo, al día siguiente hablamos con la subdirectora que sí sabía cómo, la cual nos dio pocas esperanzas; el regreso de hoy para hacer fotocopias a los documentos que faltaban en la tramitación, -por lo tanto, no sabía tan bien cómo- etc, etc, etc. No obstante reseñar el trato humano, perfecto y atento, además no son procesos y tareas habituales)

Metámonos en faena pues.

Primero una contextualización preliminar. Resulta que opera una mafia organizada por la cual la retirada del dinero se realiza en países del tercer mundo, casi siempre en Nigeria. Allí es de suponer que las normas y criterios son bastante más laxos y por lo tanto rozando lo corrupto. (Mariano es un gran Sherlock, a pesar de que en vez del violín toque la batería, y en vez de cocaina utilice la Murphy´s Iris Red como droga habitual)

Hay una ley que se llama “Ley de Protección de Datos”. Se supone que su aplicación se emplea para velar por la confidencialidad de los datos de los consumidores y ciudadanos en general. Es tan efectiva que por eso todos, más o menos, hemos experimentado con más o menos perplejidad que empresas que regalan viajes o te ofertan los más variados productos, desde financieros a telefónicos, incluso con eslóganes tipo ¡Compra esta maravillosa cafetera ultrasónica y entrarás en el sorteo ante notario colegiado de un maravilloso apartamento en Benidorm con maravillosas pistas de paddel adosadas, piscina con dadaista forma de riñon y trampolín –cuota para lifeguard aparte- amueblada en estilo maravillosamente colonial y una flamante cocina ya instalada lista para ubicar nuestra maravillosa cafetera maravillosamente ultrasónica y por supuesto disfrutar de ella y sus delicados aromas! Te envíen sus dádivas a tu dirección, obviamente haciendo uso de un conocimiento no parco de todos tus datos; empresas con las que evidentemente nunca has tenido y tuviste trato ni relación. Esa es la ley de protección de datos y su efectividad. No obstante la ley es igual para todos. Es uno de los mayores valores deontológicos, que garantizan que la justicia sea justa, ¡Viva la redundancia! Ya sabéis la chica esa de mármol, con las tetas al aire, sosteniendo una báscula y una espada, con los ojos tapados con un trapo, cegata vaya –será por eso que no alberga pudor alguno por exhibir sus melones a la vista de todos, o quizás veraneé en Bolonia y está acostumbrada al nudismo, digo yo- Así que si le envío a Mariano un giro con dinero, resulta que otra persona lo retira en cualquier punto del globo estafándonos y suplantándonos, cuando pido una “prueba de pago”, para saber quién, cómo, dónde, etc… la Western Union amparándose en la estupendísima ley de protección de datos –la ley es igual para todos no perdamos este detalle- sólo puede entregarnos una “firma” para que cotejemos con la nuestra y si no coinciden –cosa con la que contamos- realicemos las oportunas reclamaciones y denuncias (un apunte sin importancia, la eficacia de la reclamación es tan inaudita que la gestión de esa prueba tarda entre quince días y un mes, según información de Correos) Por lo tanto la dichosa ley sirve para que todo el puto mundo tenga mis datos y me acribillen a publicidad, mailings, y llamadas telefónicas; pero también dictamina que si nos estafan, el estafador y sobre todo la empresa con responsabilidad subsidiaria haciendo uso de sus irrefutables derechos me den nones y calabazas a pares.

Nosotros que a veces somos muy cabezones, iríamos entonces los dos de la mano al juzgado o a la policía –todavía no sabemos a ciencia cierta dónde hemos de personarnos- con nuestras firmas, y la firma mentirosa, ja,ja, y le relataríamos a un agente o funcionario de justicia nuestras desgracias. Dependiendo del día, la calidad humana, las ganas de hacer su trabajo, su capacidad empática, lo quemado o no que esté de sus funciones, etc… nuestro interlocutor básicamente tomaría nota de nuestra queja/denuncia y obviamente la archivaría en su sitio, es decir, debajo de una montaña de otras denuncias y quejas. Además, lo nuestro es un dinerito considerable, pero claro, junto a machotes que matan a sus mujeres, violadores, estafas millonarias y etc, somos absolutamente conscientes de que lo nuestro es casi como un juego de niños. Un reto de canicas en el patio del colegio.

Pero, ojo, no todo está perdido, la implacable maquinaria de la justicia se pone en marcha. Entonces, cuando el dossier de nuestra denuncia alcance la cima, sino murió agotado por el camino, un rutilante burócrata, un alguien vamos, reclamaría a la Western Unión los datos de la persona que retiró el dinero (quién sabe, tres meses, seis, un año después, el tiempo es lo que tiene, que pasa y pasa) y ahí, la ley de protección de datos ya no tiene validez alguna, porque es la Justicia quién lo reclama. Y la justicia es la justicia, y es igual para todos (otra vez la chica de mármol, esta vez, agarraos, porque desenvaina la espada; ¡Ummmm! Es excitante, una tipa con las tetas al aire blandiendo el acero). Tras quizás un año o dos se celebraría un pleito y vayan a saber dónde seremos Mariano y yo, es decir, dónde viviremos, dónde comeremos y dónde cagaremos. Quizás tras un año o dos habitemos en la Conchincina, o nos haya dado por organizar un monasterio zen a las orillas de un riachuelo con nenúfares y ranas saltarinas, o quizás patrullemos por las salvajes llanuras níveas de Alaska maniobrando trineos de perros lobos. Vamos a suponer que por alguna de estas razones muy probables no podamos, no nos enteremos, no consigamos presentarnos al litigio. Bien, pues nada, se pasa página y automáticamente la Western Union nos reclama las costas legales. Y ya os imaginaréis, las minutas nunca son diminutas. Debido a que como megaempresa que son, obrarán con cuadrillas de abogados que sólo por extraerse el boli del bolsillo de la camisa de Dolce&Gabbana cobran el dinero que a nosotros nos han birlado.

Quizás, mi desconocimiento me lo impide, haya una especie de tasa fija para ello, asumible, ojalá. Habrá que enterarse.

La cosa es que en el porvenir se inscribe otro juicio, otro más. Nosotros que estamos muy felices en el monasterio zen que hemos montado, reuniendo un dinerito con mucho esfuerzo cultivando calabazas en nuestro huerto (evidentemente usando las calabazas que la Western Union nos plantó en las narices, estamos en crisis y hay que optimizar) dinerillo, casi calderilla, con el que planeamos edificar un simpático molinillo a la orilla del riachuelo para que el sonido del caer del agua nos haga alcanzar el nirvana (y de paso ahuyente a las ranas que con su croar interrumpen nuestras meditaciones), resulta que cuando nos disponemos a obtenerlo de nuestra oficina bancaria habitual, no está, se ha esfumado. Otra vez nos lo han birlado. ¡Números rojos! ¿Por qué? Porque se ha celebrado la querella por las costas legales, se dicta sentencia firme y ha ganado Western Union. Inmediatamente (aquí no pasan tres, ni seis, ni un año) la fabulosa justicia, tan efectiva y procaz ella, decreta orden de retirarnos los fondos para pagar a los abogados de la camisa de Dolce&Gabbana, que festejan la victoria tomándose un café de la maravillosa cafetera en el maravilloso apartamento en Benidorm. Está claro que estos abogados aunque vistan bien, son cutres. Ya no habrá molinillo y encima, el acabose de los acaboses, el banco procede sin temblarle el pulso al embargo de nuestras posesiones –recordar que tristemente nos quedamos en números rojos-, un huerto, una covacha que hace de monasterio y un par de tablas que empleamos de camastros, ah y un puñado de apolilladas mantas, refugio del frio invierno; así que adiós no sólo al molinillo, sino también a los nenúfares, al riachuelo, al aire puro del campo y quizás, sólo quizás, tras ruegos y plegarias, nos permitieran quedarnos con las calabazas. Puro sentimentalismo claro.

Podríamos organizar una campaña, y atarnos con cadenas al molinillo todavía no construido y entonar la canción del “No nos moverán”, pero las porras de los agentes policiales son muy convincentes. Y además somos monjes zen y nos va eso de la “no violencia” -más aún cuando la violencia se fuera a practicar contra nosotros-. Hay que ser consecuentes.

Ufff, el horizonte es de lo más halagüeño.

Total que la chica de mármol, como cegata que es, al final nos corta el cuello a nosotros. Y entonces, os lo aseguro, automaticamente deja de ser excitante.

Es la impotencia el nombre del sentimiento que nos ahorca. A mi, personalmente, ya me importan un carajo los 800 euros. Lo que quizás no me importe tanto es la absoluta indefensión que sufrimos siempre ante el poder. ¿Recuperar el dinero? No, lo que vamos a hacer es dar gracias porque nos lo hayan birlado y porque tengamos el “derecho” de al menos reclamar una “prueba de pago” que consiste en la firma de un desconocido para cotejar con la nuestra. Asunto del que ya tenemos absoluta certeza, lo de las firmas claro. Es posible no obstante que Mariano se haya pillado un jet con cota de velocidad match 3, en un estado de sonambulismo e incosciencia y se haya plantado en Londres o en Nigeria y haya cumplimentado y firmado el papelito de retirada de fondos. Es un dato a tener en cuenta por la Western Union, porque nadie les libra de pensar que seamos nosotros quiénes les hayan estafado a ellos.

Quemar cajeros. Es la impotencia la que te lleva a actos vandálicos de ésta índole. Por eso la frase de ayer “el punk no ha muerto”. No es que el título sea “La solución: quemar cajeros u oficinas de la Western Union en su defecto”. No, pero a veces piensas que esa es la única solución, o la única salida que te dejan. Ahora vivimos mu bien, con nuestros coches, seguros, tapitas, pisitos, ropita, etc… pero me temo, y quizás sea un poquito apocalíptico pero entended la negrura de mis sentimientos, que cada vez somos más y más pequeños. Por eso es que nos permitimos vivir en una época que asistirá a su propia destrucción con goce estético. (Otra cita de ayer, la de Benjamin). Además, para ser claros, tampoco es que sea la mejor manera de iniciar una trayectoria de monje zen quemando cajeros. Así que lo de incendiar las calles no es tampoco una opción, aunque tenga su intríngulis estético hacerlo. Descartado queda pues.

Ojo por ojo diente por diente, la primera ley que estableció proporcionalidad en la justicia, pero parece que se ha quedado muy caduca. Yo he confiado en una empresa a la que se le suponía cierto pedigrí, por hacer uso de sus servicios y girar una cantidad de dinero por la que me han cobrado por adelantado una cantidad de dinero también considerable en concepto de tasa, su sistema ha fallado obviamente porque la persona que lo tenía que retirar nunca lo hizo, pero el dinero si que fue retirado; y la única prestación que ponen a nuestro servicio es una “firma” para que las cotejemos transcurridos un largo tiempo. Y todo el sistema está montado para que la Western Union no pierda ni un céntimo y al tipo que estafen o timen pues sí. Dispones de caminos para reclamar, pero son oscuros y fríos. Es por eso que cuanto más globalizados más aldeanos, variación de la cita de Jose Luis Pardo, también en el último post. Al final no hay mucha diferencia del exhausto labrador que rendía cuentas al señor feudal o al cacique del pueblo con el infante ciudadano que ha de doblegarse ante la compañía transnacional, decente y primorosa. Será que de golpe ha vuelto el romanticismo al mundo –para neófitos, ver post titulado “El dinero también viaja (en diligencia)”

Por eso los videos, metáforas de nuestros sentimientos. Somos Asterix y Obelix en la casa burocrática (yo me pido Obelix, siempre me pareció mucho más entrañable. Mariano, lo siento, es el privilegio de elegir primero por ser yo quién escribe esto, además del dúo Sherlock/Watson a mi me ha tocado el peor, el médico obtuso) Por eso el Agrimensor K, por eso el hombre que clama ver al rey ante el portón de palacio y muere en la espera cerrándoseles las puertas, por eso ese pequeño bebé del “Planeta Salvaje” un juguete en manos de un monstruo azul.

Expuesta nuestra impotencia… ¿qué hacer? Ya veremos. No obstante me sigo riendo por lo pardo que fuimos y por los ochocientos euros sustraídos, y me entristece, me jode, me enrabieta, que todo el sistema esté montado para que el simple ciudadano deba sufrir un Everest –sin oxígeno, ni sherpas- para reclamar lo legítimamente suyo a una megaempresa megamillonaria que sencillamente ha fallado.

Puede ser, no obstante, que el dinerillo nos lo haya pulido un hacker adolescente y acneroso que se paga los videojuegos y la suscripción al canal porno –porque aunque en internet lo consiguiera gratis, prefiere verlo en el plasma de papi- sufragados con pequeños timillos y no haya sido una mafia nigeriana. Pero da igual, todo lo de ahí arriba no deja de ser menso plausible. Porque no es la mafia, ni el hacker pajillero, es la Western Union.

Y ya puestos, a lo cursi, quizás debiéramos demandar a la Western Union por concepto de daños morales, nosotros, tan ilusionados que estábamos con nuestro pisito en Chelsea, ja,ja.

jueves, 23 de octubre de 2008

Tres citas corridas ¿Algo que ver con London?



"Cuánto más completa es la integración, más cerca estamos del apocalipsis, o cuanto más globales somos, tanto más aldeanos" (Jose Luis Pardo) "La humanidad se ha convertido ahora en espectáculo de sí misma. Su autoalienación ha alcanzado un grado que le permite vivir su propia destrucción como un goce estético"(Walter Benjamin) "El punk no ha muerto" (anónimo)

EL AGRIMENSOR K. (dos agrimensores claro)

Así nos sentimos:



Y así:



Y por supuesto así (ja,ja) -sólo es necesario visionar el primer minuto-



Ahora lo que nos queda es vagar por lúgubres pasillos empantanados... uuuuuu....

(Una pequeña licencia poética... el video kafkiano -el segundo- es en realidad de la novela "El Proceso" y claro, el agrimensor K es el protagonista del "Castillo", pero a resultas ambos personajes se ahogaron en la burocracia)

miércoles, 22 de octubre de 2008

Tres moralejas para dos pardos. (Esto no es más que la genealogía de una estafa)

Bien. Nos han tangado 1600 euros. 800 per cápita vamos. Somos unos pardos (vocablo que debo su utilización a un ser inesperado y bienvenido).Sencillo. Vemos oportunidad de alquilar un flat en Chelsea. Asequible, de puta madre, no nos tenenos que comer más el coco ¡ya tenemos piso! etc, etc, etc. Pero como no nos fiamos, pues –como cuento en un post de ahí abajo- le mandamos un giro por la Western Union para que sepa el inquilino que hay liquidez, ese giro es intransferible y solo puede retirarlo Mariano, pero cosas de la vida… lo han retirado ellos, Pamela –la chica que presuntamente nos alquilaba las habitaciones- o un negro cabrón/un chicano hijodeputa/un chino mandarín/un ario apestoso /maricón/machote/de arriba o de abajo, me da igual, un puto cabrón hijodeputa comemierda más listo que el hambre para resumir –paso de ser políticamente correcto- resulta que se las ha ingeniado para robarnos. Mañana iremos a enterarnos del tema (esperemos que algún despistado empleado de la western haya cometido una negligencia, así recuperaremos algo), pero vaya, que lo damos por perdido, el dinero claro. Ya sabéis, ahora mucha denuncia, muchas buenas palabras, golpecitos en la espalda, muchos ánimos pero pocas esperanzas… de la pasta seguro que nati con tomati. Primera moraleja: Western Union caca. Sí, como a los putos niños chicos, cuando les hablas con tono ridículo y pones cara de gilipollas. “Caca, caquita, caquita de la vaca”.

Pero por muy bochornoso que sea el tema no puedo dejar de relatarlo. Es extraño describir en tu propio blog lo pardillo o primo que has sido. Pero qué mas da. La vida está compuesta de aventuras y desventuras, y ésta es la primera de las segundas en nuestra singladura londinense. Además estas cosas mejor contarlas, al descubierto. Si soy franco es que también estoy hasta las cojones de rumores por los cuatro costados. Así que esto es así, tal y como lo cuento. Más claro agua, Mariano y yo… unos putos pardos. Así que cuando más abajo en otro post decía “¡¡¡Aupa Chesea!!!” ahora digo con estridencia y furor: “¡¡¡Me cago en su puta madre!!!”. No sería insensato cambiar lo de Moleskine fools - que era un nombre muy cool- por la demoledora sencillez de… simplemente “fools”. Gilipollas vaya. O en vez de poner un video de Chelsea girls –como la canción de más abajo- uno de Chelsea fools. Pero no existe, así que encima lo vamos a tener que componer nosotros. Chema, hijo, a ver si nos ayudas en ésto.

Sentimientos violentos pero comprensibles los de ahí arriba. Pero hoy ha ocurrido algo. Algo extraño en realidad. Ha conseguido por lo pronto que digiera esta mala sangre en poco tiempo, casi de forma instantánea (como un expresso). Yo iba para Sevilla, en mi coche, ya sabéis, autovía hipemegaconocida, vaya, por la que has vagado millones de veces. Mariano llama y dice su lapidaria frase: “Quillo, han retirado el dinero”. Yo enfurezco, tanto, que lo escrito ahí arriba parecería un cuento de hadas o un lacrimógeno capítulo de Heidi comparado con la mala leche que sacudió mi cuerpo. Hice mal al coger el teléfono al volante, está claro, pero me puse en el carril lento, pa ir más despacito, en cuanto sonó la llamada –así me creo más responsable-. Tras recibir la noticia y colgar, el odio, aliado con la impotencia, me estallaron en el pecho. En ese momento vislumbré un tráiler a lo lejos, incorporándose, en la salida a la autovía que hay justo antes de la entrada a la SE-30 dirección Cádiz. El tráiler gripó, frenó, se caló… vamos, que fuera como fuese se quedó ocupando el primer carril. Parado, quieto, en una inmovilidad pétrea como si esperase que me chocara. Yo iba con mi odio e impotencia dentro, y claro, esto ocurre en pocos segundos, tres o cuatro a lo sumo. Gracias a dios reaccioné, retrovisor, volantazo y ráfagas del que venía detrás –"gilipollas, ¡acaso no has visto lo que ha ocurrido!"-. No pasó a mayores, prueba de ello que aquí lo escribo. En fin, llegué a Sevilla y mi cuerpo se convulsionaba, pero yo seguía emperrado en los 800 euros. Llamé a Mariano, le dije que regresaba a Alcalá y que a ver qué hacíamos, turnos de llamadas y esas cosas. Cogí de nuevo el coche y de vuelta otra vez en la carretera, más relajado, lo vi con claridad. Que le den por culo a los 800 euros. Por su culpa y el rayazo que cogí casi me mato en la carretera. El cuerpo es sabio y va siempre por delante de la mente, por eso cuando yo aún cabilaba sobre el money mi cuerpo me decia: capullo, si has estado a punto de matarte. Un segundo más envuelto en mis pensamientos, obnubilado, olvidando que un puto tráiler gigante ocupaba mi carril y me mato. Caput. Sencillamente muero.

Así que… viva los truanes que engañan a los pardos, son un bien social, así los pardos aprenden y quizás con mucha suerte dejen de serlo. (Yo siempre defendí el valor pedagógico de las pachocas). Es una experiencia y así mi círculo de amigos pueden decir ya con conocimiento de causa –y además está aquí escrito-: “a un amigo mío le tangaron por internet, o por la western union (recordad, caca de la vaca)”. Está claro que hay un rinconcito aún oscuro de mi alma que a pesar de la experiencia expiatoria sigue deseando que al tío/a que nos ha tangado se caiga de un tercer piso, pise una mina antipersonal y se quede postrado como en “Cuando Johnny cogió su fusil” o que le entre un empacho alucinógeno de setas lisérgicas y se vuelva anormal para toda su puta vida. Sí, hay algo de mí que quiere eso, pero tengo que decir que lo empujo al fondo, a patadas, porque en realidad el dinero sólo es eso… dinero. Además mi mamá se sentiría muy triste si no hubiese aprendido nada tras 29 años aleccionándome en esa misma cuestión fundamental: el dinero no tiene importancia. Eso no quiere decir que se le desprecie, sino algo mucho más radical y sereno: no tiene importancia, sencillamente. 800 euros no valen una vida. Así que espero que el que nos lo haya tangado sepa disfrutarlos; porque yo casi tengo un accidente de tráfico por un puñado de papel con dibujitos horteras. Una de cal y otra de arena. Así es la vida. ¿Qué nos va a pasar mañana? Quién coño sabe.

Segunda Moraleja: “Nunca sabremos cuando el destino nos alcanza” (esta mucho más profunda que la primera eh!!!)

A todo esto… no puedo parar de pensar: “Pardillos del mundo, uniros y el futuro será vuestro”. Ja,ja,ja… la risa –no sé quién lo dijo- siempre es el mejor remedio. Inevitablemente está es la tercera moraleja… mucho más tradicional. Menos mal que Mariano y yo hemos sabido reirnos. Además así tenemos un futuro relato a lo Sherlock que imaginar.

Pd: Ah, y por supuesto espero que éste post genere putos comentarios, al menos de ánimo. Y por supuesto ver éste video que no tiene desperdicio. Y por útlimo -lo juro- un enlace a la gran frikipedia: http://www.frikipedia.es/friki/Pringao


martes, 21 de octubre de 2008

La EnCuEsTaaaaaa.....!!!!!! ¡¡¡hagan sus APUESTAS!!!!

Ahí a la derecha de vuestra pantalla (al menos hasta que dure esta entrada en el blog y por supuesto arriba a la derecha cuando esta misma entrada vaya en picado hacia abajo) podéis apostar cuánto tiempo nuestros pies deambularán por Londres. Entre los acertantes se sorteará un GRAN PREMIO. Un maravilloso COCHE (de alta gama) como el que anuncio en el post justo de ahí debajo. La encuesta/apuesta finalizará a las 23:59 del día 5 de noviembre (está claro, el día de nuestra partida) y ofreceremos los resultados junto a la erudita valoración de los mayores y mejores expertos en estadística y demoscopia del universo, tales como Justiniano Veredictus, Hortensia Laquelelosnúmeros y por supuesto Jose Javier de los Santos y Derivadas.

EL OFERTÓN.


Vendo mi car (para ir practicando) debido al travel londinense. Es de hojalata, los propulsores son las propias piernas, tracción a las cuatro ruedas, de gasofa utiliza sólo un euro o óvalo metálico que se le parezca, de caballos anda sobrao (aunque el que tire pueda ser un burro/a), climatizador con sensor atomosférico uptronic HDLQF (es decir, hace dentro lo que fuera), antimultas, líneas aerodinámicas, alerón trasero, con seguro todo riesgo hasta final de temporada, amplio maletero (todo es un maletero), y lo que más seduce es su justo precio. Nada. Oferta inigualable señores. Si queréis hecharle un vistazo y no perder la oportunidad debéis pasaros por el Eroski y contemplar la amplia gama que os ofrezco.


lunes, 20 de octubre de 2008

El dinero también viaja (en diligencia)


Hoy Mariano y yo hemos hecho uso de una institución financiera legendaria, la “The New York and Mississippi Valley Printing Telegraph Company”, pero como los yankees son muy prácticos, pues cortaron el nombre y la rebautizaron como la WESTERN UNION. Cuestión de marketing. En eso son los putos amos. La cuestión es que los tipos éstos empezaron con un chiringuito de telegramas, ya sabéis, el pi,pi,pi, famoso de las películas del oeste (utilizando el alfabeto Morse que yo tuve que aprender a manejar en mi periplo de Boy Scout, quién sabe si algún día me será de utilidad) y han acabado, los de la western, tras ser derrotados por Bell en el negocio telefónico, siendo una entidad cuyo único negocio consiste más o menos en girar dinero. Y ahí que vamos nosotros a emplearla por primera vez en Correos, nuestra propia institución análoga –me temo que no será la última en nuestro periplo londinense-. La chica que nos alquila el flat en Chelsea reclama un recibo que patente que disponemos de liquidez –ya sabéis que estamos en crisis y la liquidez es más importante que nunca, y es que parece ser que estamos entrando en una nueva era, la era acuática-. Así que yo le he girado a Mariano el dinero para que éste lo recoja en Londres el día 6 de noviembre y paguemos a la chiquilla el alquiler del primer mes por adelantado y el maldito depósito, garantía por si nos da por organizar un concierto grunge destructivo en el cuarto de baño y destrocemos la bañera. Garantías, garantías, que sería del mundo sin garantías. Pregúntenselo a los pequeños inversores de las subprime. Pero paso de hablar de la crisis que me entra la depre. Hablando de depre… qué mundo aquel dónde los giros de la western union viajaban en polvorientas diligencias guiadas por un viejo barbudo con mil surcos en el rostro, atravesando desiertos peligrosos con los apaches a la caza de la doncella virginal que acompañaba al prota de la peli que generalmente soportaba en su cara unas facciones parecidas a la de John Wayne, sino era él mismo. El romanticismo huyó del mundo, qué se le va a hacer.

Al parecer nos vamos a Chelsea, así que qué mejor homenaje que esta cancioncilla de Nico, un excomponente de la Velvet Undergraund, que versiona el gran Ellitoh Smith. Se titula "Chelsea Girls". Quizás algo triste… pero ya sabéis… el romanticismo huyó del mundo ( …/---/… -es decir S.O.S., en morse claro)


viernes, 17 de octubre de 2008

¿Hay algo más british que Holmes?



El Gran Hayao Miyazaki (Heidi, Marco, Porco Rosso, La princesa Mononoke, Lupen, y por supuesto Conan el niño del Futuro, además de Sherlock claro)

¿Tendremos suerte?

Hemos contactado con una titi en Chelsea. Nos alquila las habitaciones. 100 libras a la semana, osea 400 al mes. Evidentemente la foto no es de la casa que nos quiere alquilar, pero... ¿quién sabe?

Si vivo allí, ¿me tendré que aficionar al Chelsea? Yo prefería ser un spurs, pero qué se le va a hacer. ¡¡¡¡Aupa Chelsea!!!!


¿Se pueden cortar cabezas a los niños?

El primer día de estudio como no podría ser de otra manera fue un desastre. Absoluto. Excusas a patadas pero ninguna con la suficiente consistencia como para que la esgrima aquí exculpatoriamente. No nos jodamos, empezar a estudiar inglés un jueves es de pelotudos. Esas cosas o se empiezan los lunes o no se empiezan. Además, el window vista de los cojones no nos permite utilizar los programas de aprendizaje con la suficiente flexibilidad y soltura. Puaj. Mariano me acaba de llamar nerd (gafotas empollón). Está en su mecedora cual dandy de la América profunda, repitiendo como papagallo palabras inglesas. Ahora dice:

-“asshole” si es una palabra muy frecuente, es gilipollas, pero más en EE.UU que en Gran Bretaña.

Fuma. Y de fondo una reverberante banda sonora insoportable: niños botando una pelota contra el suelo. Todo me desconcentra. Es por eso que me sacude un sentimiento sociópata y lo que me encantaría es jugar yo a la pelota; con la cabeza de esos malditos niños. Pero claro, tengo miedo a las más que seguras represalias maternas y es por eso que no me decido a intentarlo. Encima me entra sueño. No es muy tarde. Son las siete. Mañana más café, sin duda. Le acabo de cortar el rollo, a Mariano claro, le pido que me ponga una dirección en el Messenger y por supuesto eso de levantarse de la butaca y acercarse al ordenador supone un esfuerzo titánico, sobretodo teniendo en cuenta la distancia: más o menos metro y medio. Ahora dice:

–Este libro tiene que ser mi sombra, quedan veinte días–. El Inglés de la Calle. Ed. Larousse-.

Un libro muy bonito, rojo. Parece ser que en la misma colección hay un “Inglés para la hostelería”. Indudablemente ese lo vamos a necesitar. Yo tengo un documento Word con la gramática Inglesa y ahí estoy… por ahora he reaprendido como se utiliza el plural y la utilización del artículo indeterminado “a”, “an”. Por lo que ya lo entiendo todo. I´m a nerd.


jueves, 16 de octubre de 2008

De por qué el ornitorrinco es el origen de todo menos del universo y por supuesto el origen de nuestro viaje y del blog.

Todo tiene un origen. Es cuestión peliaguda. Sin ir más lejos aún persiste el debate sobre el origen del hombre; que si el creacionismo, el darwinismo, que si una voluntad divina que nos hizo del barro, (yo me quedaría con la de que venimos del mono, parece la más plausible, aunque si lo pienso con detenimiento el animalejo éste me parece lo bastante inteligente como para proceder de él, yo tendería más a suponer que si procediésemos de alguna alimaña esta no podría ser otra que el ornitorrinco, que junto al hombre me parece el bicho más ridículo de todos).



También tenemos la controversia que dio origen a todo debate filosófico anunciada por el viejo Heidegger cuando le dio por creerse un místico: ¿Por qué el ser y no la nada? (no se preocupen queridos lectores, ni puedo, ni quiero, ni debo, conducir el blog por temas filosóficos, son como una piedra dura de difícil digestión). Y ya por no hablar del origen de los orígenes, el UNIVERSO. De hecho ahí tenemos a científicos de las cuatro latitudes flipándolo con su juguetito nuevo: El LHC –El Gran Colisionador de Hadrones-, o lo que es lo mismo el mayor acelerador de partículas del mundo. El inventito se supone que recreará a pequeña escala el Big Bang, osea el origen (que para ser el origen de todo ya lo podrían haber bautizado con un nombre más solemne, algo así como el GMM –el Gran Momento del Mundo-). El simulacro se efectuará lanzando partículas a velocidades atómicas por un encrucijado de túneles que andan por allí por Ginebra. Algunos disidentes defienden la nefasta posibilidad de que se generen pequeños e incontrolables agujeros negros, con la nefasta consecuencia de la desaparición de la tierra y sus alrededores. Otra posibilidad menos trágica es que se trague a Suiza entera, que no les estaría mal empleado, no siempre se puede ser neutrales. La cuestión es que el juguetito ha costado la friolera de 6.300 millones de euros (tan cuantía que ni puedo traducirlo a pesetas, y paso de hacerlo a libras). Es por eso lo de más arriba, está claro que si nos gastamos 6300 millones de euros –en algo que todavía por cierto no funciona bien- y encima existe la mínima posibilidad de que nos vayamos todos al carajo, pues está claro que el hombre no puede sino venir del ornitorrinco.

Supongo que el origen de un viaje a Londres debería suscitar menos controversia (entre otras cosas no hay científicos metiendo los hocicos), más si cabe si es uno mismo el único que protagonista del evento. Bueno, está Mariano, compañero de viajes y fatigas, el que me va a aguantar vamos y que por ahora quiere permanecer en el anonimato bloggero. Es decir no tiene ni putas ganas de escribir éste blog (asunto perfectamente comprensible si pensamos en su ajetreada vida internauta). Así que el mamonazo ha delegado toda la responsabilidad en mí, constituyendo efectivamente un acto de supina irresponsabilidad. Bien… concurren una plurimultiplicidad de factores. Cualquier ser humano con un mínimo de sentido común comprende que las decisiones no son más que el reflejo de la conjugación de un pelotón de elementos que ejercen fuerza desigual, pero que todos aprietan, y algunos –los muy cabrones- con ensañamiento. Bien, debido a mi tendencia a explayarme e irme por las ramas, nos ahorraremos estas reflexiones por aburridas y lo intentaremos contar de una forma suscinta. Mi amiga Carmen tiene una pseudopiscina, es como una alberca en pequeño, en un pisito muy mono que anda por la Alameda. Pues allí nos reunimos los supervivientes del extinto grupo de geniales guionistas S2B (screenwritter to bussines, ya en inglés, sería una premonición prematura), y bueno entre bañadores, sol, te, helados mu ricos y las correspondientes toallas, nos pusimos a charlar. Yo empecé con el coñazo del discurso de mi vida por entonces, que se resumía y resume perfectamente en una pregunta que en realidad todos más o menos nos hacemos ¿Qué coño hago con mi vida? Empecé a divagar, que si a lo mejor me voy a Madrid, que si hago oposiciones, que si me planto en un huerto y dejo que me rieguen, etc… Manuel, ese amigo entrañable de grandes consejos escondidos en peregrinas palabras, digo así como es él, como quién no quiere la cosa: -¿Por qué no te vas a Londrés y así aprendes inglés? El entusiasmo se apoderó de su señora esposa May (también amiga), un vendaval de energía y electrizante convicción, así como de Carmen (el ser humano que más cree en mi presunto talento, la pobre es crédula) y allí en un segundo entre los cuatro dejamos volar nuestra imaginación hasta la City. Mauricio, su hijo pequeño, nos despertó de la ensoñación más o menos cuando yo ya estaba en los Ángeles escribiendo guiones para Spielberg y desayunando con Scorsese, haciendo legítima queja de su aburrimiento y la cosa quedó más o menos ahí. Lo que pasa es que me quedé con la copla. Y cual Imperio Argentina se la cante –la copla- a Mariano y éste se dejó encandilar (otra alternativa es presentarme a “factor x”). Y en esa estamos, en pirarnos pa Londres, no sé si para cantar coplas o qué, pero yo por si acaso every day estoy dándole caña con una profesora de canto castizo por si acaso me tengo que ir al metro a entonar “María la Portuguesa”; tal y como hacen los colegas de ahí abajo.







Ese es el origen de nuestro travel. Ahora toca otro origen. El origen de este blog y su correspondiente bautizo. Lo de blog es sencillo. Mariano cuando quiere es un ser plomizo y como plomo siempre insistió en que debería escribir un blog. Yo soy de naturaleza vaga, el vaguerismo lo llevo inscrito en mi código genético y por lo tanto nunca me apeteció eso de tener una bitácora, además el mar siempre me dio miedo desde aquel verano en que se conjugaron la visión de Tiburón y la lectura de Moby Dick. Pero Mariano insistía. Blog pa acá, blog pa allá, que si el blog esto que si el blog lo otro (por cierto para los neófitos, pasarse por su blog que es la caña de España, se llama “Pon a dormir el lenguaje”). Blog, blog, blog. Y claro, al pirarme pa Londres seguramente tendría, cada vez que contactase con alguien de mi tierra, contarle las cosas acontecidas… y ya he dicho que soy un vaguete, así que tener un blog sobre nuestras andanzas y aventuras londinenses me va a ahorrar mucha saliva. –Ey quillo, como te va por allí, qué haces?, –Ah, tio, nada, mira el blog, y a ver si me mandas un paquetito postal con lentejas, chicharos y aceite de oliva. Espero, rezo y cruzo los dedos por que mi vaguerismo no afecte a la puntual cita con el susodicho blog, que es otra posibilidad. Como siempre me sucede con todo y como aletargados de leer estaréis, la primera entrada está siendo puñeteramente extensa. ¿Qué se le va hacer? Prometo abreviarlas.
Moleskine´s fools. Los tontos de la Moleskine y en su versión amable, los locos de la Moleskine. Que queréis que os diga, me he vuelto cool, o al menos algo dentro de mi quiere serlo,ja,ja. Ya sé que el nombrecito es un poco pretencioso y suena a desgastada canción de Tom Waits o a una peli indy de Wayne Wang. Pero como no puede ser de otra manera su bautizo también tiene su “con que”. Hay momentos decisivos. La piel se eriza, los sentidos cobran lucidez, el espíritu se reconcentra y te apoderas de una diáfana percepción de las cosas. Yo supe que iba a ir a Londres, sin marcha atrás, cuando me gasté 15,50 en una citynotebook Moleskine de London. Con su planito de la ciudad, del metro, su agenda, su papel cebolla para no pintarrajear el callejero, su trocitos de papel cuarteado para entregar notas. Una pijada muy mona. Y así fue que la primera cosa que hicimos Mariano y yo para nuestro viaje a Londres fue plantarnos en la fnac y adquirirlas, bueno, en la fnac y en la Casa del Libro porque en la primera sólo quedaba una libreta. Osea, pateamos por ellas. Nos acompaño nuestro querido Javi (Tetsuo Dan) al que hicimos extensiva nuestra aventura, pero claro, sensato como es optó declinarla. Además él es germanófilo, y éstos suelen desarrollar una severa alergia a la Gran Bretaña. Que queréis que os diga, uno ya no puede dar marcha a atrás cuando se gasta quince pavos en una gilipollez de libreta para conducir su viaje. Así pues el nombre no podía ser otro que los tontos de la Moleskine, pero como vamos a la patria del inglés, que coño, lo tradujimos.
Con todo, de todo ello se deduce una sola cosa, Mariano y yo procedemos también del ornitorrinco, inevitablemente.