Yo siempre he votado en blanco y a pesar de las eternas discusiones con aquellos que me instaban a votar a cualquier partido porque el voto en blanco iba para la mayoría yo siempre les contestaba lo mismo: si con un ochenta por ciento de electorado ejerciendo su derecho, un cincuenta por ciento votara en blanco mandaríamos un mensaje arrollador. Era un clamor en el desierto por supuesto.
Sigo pensando lo mismo, pero en estas europeas voy a cambiar mi disciplina de voto. Voy por Equo, incrustados en la coalición #PrimaveraEuropea y el motivo es sencillo.
La tierra está hasta los cojones de nosotros.
Hace poco terminé un curso sobre desarrollo sostenible y resulta que en las décadas venideras, y hay que empezar a tomárselo en serio, tenemos por delante descomunales retos que decidirán nuestra propia supervivencia. No hay que ser alarmista, la tierra es como un barco con el cascarón duro que todavía puede afrontar varias tormentas con todos dentro, pero es que nos estamos tirando cañonazos a nosotros mismos. Y Equo me parece que es el partido que recoge con mayor seriedad y entusiasmo este titánico desafío en el que nos encontramos y que por supuesto, en el bipartidismo español, se pasa de puntillas.
Aquí se habla de otras cosas, de tirarse los tiestos unos a otros, de ocultar sus corruptelas, de premiar a los malnacidos que esquilman nuestra sociedad, de separatismos y por supuesto de las cifras del paro.
PP y PSOE tienen diferencia de talante y por supuesto yo soy más afín a un partido que acepta sin más el matrimonio homosexual y que no se mete en laberintos metafísicos sobre los derechos jurídicos de células que apenas se han formado o impiden al ciudadano de a pie, vulgar, poderse pagarse la justicia; pero detrás de esa capa de barniz ambos son la misma cosa. Serviciales garantes de la maquinaria que mueve al mundo. Esa maquinaria algunos los llaman capitalismos, otros neoliberalismo, mercados, etc.
Por ejemplo ninguno de los dos ha puesto en la palestra el Tratado de libre comercio UE-EEUU (que englobaría también Canadá y Méjico) que para que nos entendamos es un OTAN económica, donde las grandes corporaciones van a estar por encima de la soberanía de los estados. No sé tú, quizás esto lo veas como la medicina que necesitamos, yo me estoy por ahora enterando de que va el rollo; lo que me pica detrás de la oreja es que parece ser que nos la van a meter doblada -otra vez- y la inmensa mayoría de nosotros sin enterarnos, estemos de acuerdo o no. Y eso no es democracia.
Equo tienen grandes propuestas sobre el papel, parecen serios y abogan por el desarrollo sostenible. Y ahora que tenemos unas cantidades ingentes de paro, en la sostenibilidad está el negocio del futuro. En la tecnología y ciencia que desarrolle métodos más eficientes y responsables de la obtención y distribución de la energía, en la agricultura, en el tratamiento del agua y residuos, etc. Tarde o temprano, ojalá que no demasiado tarde, tendremos que invertir cantidades ingentes de capital y recursos en ponerle tiritas al planeta y crudamente asegurar nuestra supervivencia. Los ricachones y los que tienen el poder, la mayoría son tan obtusos que no son capaces de verlo, imaginando que los huracanes, tsunamis, la desglaciación, el CO2 atmosférico, los agujeros en la capa de ozono, la disminución de la biodiversidad, la acidificación de los océanos, la hambruna no va con ellos, que no les afectará en sus torres de marfil donde beben agua perrier mientras recuentan sus billonarios dividendos tal y como el tío Gilito se bañaba en sus piscinas de monedas de oro.
A ellos también les alcanzará, a todos. Y Europa es un lugar idóneo para poner en serio de una vez por todas estos desafíos en la agenda, porque si seguimos como ahora, sólo interesados en el beneficio y la rentabilidad a corto plazo a toda costa, el chiringuito va a estallar con nosotros dentro, estemos en paro o no, o trabajando de camareros en la costa que es para lo que vamos a dejar a España.
No sé quién político dijo que había que votar al honrado, incluso si ideológicamente no era de los nuestros. Bien, a las claras PP y PSOE no son honrados. No lo son. Démosle a partidos como EQUO la oportunidad de demostrar que sí lo son.
No te quedes en casa dándole de comer al gato, o te vayas a una barbacoa con los colegas, y por favor no le des tu papeleta a los mismos malparidos que no saben mirar más allá de sus corbatas. ¡Qué no hay ni fútbol coño! El 25 de Mayo tus vecinos, tu pueblo, tu país, Europa y sobretodo la tierra te necesitan (sí, así de cursi suena)
Vota.