viernes, 12 de noviembre de 2010

Crónica de una exposición: Two Hours Before



La cita había sido acordada en Algate East a eso de las seis. Como de costumbre, esto es London, no todos llegaron a su hora.

Tras un breve conato de equivocación, habiendo tomado Commercial Street en vez de Commercial Road, esa manía que tienen los que trabajan poniendo nombres a las calles de sólo cambiarles el apellido, gracias a uno de esos bastiones de información gratuita que son los conserjes de los hoteles, conseguimos desenredar el entuerno y enderezar nuestro rumbo.

Arribamos al 31 de Commercial Road a eso de las 18:32. Entraríamos en la NO:ID Gallery a conocer la exposición fotográfica de Arantxa Alcubierre que llevaba por nombre "Two hours before". Arantxa, tiempo ha, y siguiendo su pasión e instinto pasó algunas tardes con los integrantes del Circo Nacional de Cuba que se habían apeado en su ciudad natal. Ellos le abrieron las puertas de su hogar y ella se dedicó a disparar las postrimerías de cada función, en esas dos horas antes donde los preparativos, nervios y maquillajes protagonizan la escena.

Hubo una buena señal nada más cruzar la puerta, porque en la misma había colgado un cartel con la señora Reina de Inglaterra portando una camiseta o bufanda con el logo de la galería. Un toque punk, porque la Reina de Inglaterra desde los Sex Pistol es un icono punk. Y eso para el que ahora relata, siempre es una buena señal.

La exposición había comenzado con un pequeño inconveniente, un revés provocado por la climatología londinense. La galería se inundó tras uno de esos caprichosos golpes de lluvia. Lo que para los organizadores supuso un engorro y una buena dosis de nervios añadidos se convirtió al final en una suerte de atino, donde el continente y el contenido se plegarían.

Una exposición es todo, cada detalle ha de estar cuidado. No sólo son las fotos, el fragma que se cuelga en una pared. Es la elección de marco, la disposición de las misma, el atrezzo de la sala, son muchos los detalles que han de tenerse en cuenta, para que de todo el conjunto emane, no digo que armonía, sino personalidad. Aquella sala pequeña, punk, al lado de una especie de pastelería/kebak india -que hizo de urinario de la misma, sobradamente utilizado por las Carlings que los organizadores dispusieron generósamente para el público- con el parquet mojado, deslucido y un par de goteras se encarnó como el escenario perfecto para mostrar esas dos horas antes del Circo Cubano. Véase que el Circu Cubano no es el Circo del Sol, con toda su fanfarria y brillantina. El Circo Cubano es un relato de artesanía, de modestos acróbatas, funambulistas y payasos, seguramente maestros en su oficio, pero que han de luchar día a día con los remedos, con las averías, con la falta de medios, combatiéndolos con imaginación, el ahínco y la ilusión. La ilusiónd de todo circense, que no es sino arancar risas, ovaciones, aplausos y sorprender en cada función. Ese es el cuento que me contaron aquellas fotografías. Y la cartografía, el escenario, pequeño y algo cochambroso de la galería no fueron sino el marco perfecto para ese cuento que las fotos susurraban.

Arantxa alternó lo que podíamos denominar fotografrías costumbristas con algunas de mayor calado e intención estética y alguna que otra con una inyección lírica incuestionable. A mi entender quizás esto fue una eleción algo desafortunada, porque en cierto modo agrietaban esa melodía de conjunto que palpitaban toda la exposición. Pero ya sabemos como es esto de exponer, al final tienes que decidirte por unas y descartar otras y hay que tener en cuenta la calidad de las mismas y toda una suerte de factores que al mero espectador no le cabe ni siquiera concebir.

Allí entre risas, con las carlings, hablando de las fotos y paridas se nos ocurrió un término para definir la exposición, un termino que hermana el inglés y el castellano y que a mi entender da perfecta radiografía de lo que te podrías encontrar si te decidieras a ir a visitarla. Cooltre (cool+cutre). Porque es una exposición fresca, guai, que te llega y te pinza las arterias, en la que te adentras en la cotidianidad de esos personajes anónimos que luchan por crear paréntesis de felicidad en nuestras vidas, por la sonrisa de un niño y la nostalgia de un padre. Y por otro también, un Circo y una sala de exposiciones con goteras, con remedos, con sietes en la lona que coser, con juegos malabares que arreglar, con botes de maquillaje que hay que estirar, con ese ímpetu y humildad que albergan aquellos que han de obrar maravillas con escasos medios; en este caso tanto los del circo como la fotógrafa.

Es pues para mí ahí donde radicó la magia de esta exposición, en ese plegamiento entre contenido y continente donde un beat golpea y lo atraviesa todo: autenticidad.

No sé, Londres es una ciudad de largas distancias. Tardas al menos una hora siempre en alcanzar las citas. Así que os propongo que con la amiga, el novio, el colega, la del intercambio de idiomas, la chica que conociste ayer o el maromo que te dio el teléfono la semana pasada, os acerquéis por el 31 de Commerical Road, le dediquéis un rato a impregnaros con esas dos horas antes de cada función. Que no es más que la metáfora de una experiencia vivida por todos, con la diferencia que los del circo la adoptan como su rutina. No os defraudará. Y luego le robáis al tiempo unas pintas, vinos o lo que sea en cualquiera de los locales trendy que hay por la zona.

Nosotros acabamos en un Hindú, peleándonos con una carta interminable y aderezandolo todo con muchos platos con coco y cervezas Cobra.

Fue una inolvidable tarde de jueves. Una de esas que Londres de vez en cuando te regala.

Gracias Arantxa (y staff organizativo, of course) y a seguir en la brecha.

3 comentarios:

Marta Comesaña dijo...

Gracias por la crónica, my friieenchch! :)

El tema que trata para la exposición me deja con unas ganas tremendas de ver las fotos!! qué coraje, qué lejos me pilla...

Y tú como siempre, acertado, sutil y regalando palabras hermosas a todo áquel que se cruza en tu momento de inspiración. Sin duda las imágenes siempre ayudan a escribir, no crees? ;)

Mua!

Anónimo dijo...

cuando tenga más tiempo y una conexión a internet estable y propia -sobre todo propia-, pasaré a leerte con detenimiento porque estos articulos que no te he visto de unas semanas atrás, parecen interesantes por el vistazo que les he dado.

ah! y ya dirás que tal la WAX... ejeje

Calvanki dijo...

Of course, Marta, :)

Swyx, me alegro que a sí a golpe, te parezcan interesantes. Cuando quieras y puedas, ya sabes que siempre eres bienvenido.