miércoles, 24 de noviembre de 2010

Horas como hojas en otoño.

Como las hojas en otoño caen las horas que pasamos juntos.

Nuestros horas fueron un sigilo, casi un espasmo. Mis manos me preguntan por qué ya no alcanzan los trazados de tu piel, mis ojos exigen la ruta hacia tu rostro, los labios se me quiebran porque extraviaron el refugio donde para siempre se plegaron.

Nuestras horas juntos caen como las hojas en otoño porque fueron susurros que nada sustentaron.

Horas crujientes en un relieve de imposibles destinos. Hojas que ahora el viento barre descuidándolas en algún otro rincón.

¿Qué puedo hacer yo ante tu rotundo no?

Imaginarte en cada chica que veo detrás de una ventana.

11 comentarios:

aNtUaN dijo...

Precioso!
Para hacerlo cancion.....ahi lo dejo

Marta Comesaña dijo...

Qué bonito Álvaro, genial.

Calvanki dijo...

Gracias, pareja.

Antonio, canción!!! jajajaja, tú creo que no estás al tanto de mis dotes musicales.

JHS dijo...

Una buena patata con mojo y no escribirias estas cosas.;)

Irene dijo...

Por eso te dije qyer que no dejaras de escribir... bien!

Unknown dijo...

qué precioso!

tusister dijo...

MUY PERO QUE MUY BONITO¡¡¡¡¡

la cabeza en la puerta dijo...

¿No he leído algo parecido en una etiqueta del Colacao?... ¡Gayeeeeer!



(presioso, presioso, di que sí)

Gema dijo...

Ayyysss, preciosísimo...

Aroa Vargas dijo...

fantástico,un texto lírico al puro estilo becqueriano, lo que demuestra que detrás de ese rostro duro hay mucha ternura y sentimentalismo. No dejes de escribir, es más, escribe y deja el japonés. jajaja

Calvanki dijo...

hija el japones lo necesito para alimentar esta boca,jajajaja