Fuimos a la Tate Modern.
La verdad es que me está pasando como con el Pabellón de Alemania de la Expo 92, se está convirtiendo en mi refugio londinense. El Pabellón de Alemania era mi refugio en la Expo claro está.
Ahí tenéis una obra colosal en la que se puede interactuar... y el capullo que hicimos allí, claro está.
Y claro está que lo pasamos muy bien, también debido a la cortesía de un amigo Londinense que no me ha dado permiso para salir por aquí al mundo.
No quiere otro parto.