jueves, 23 de agosto de 2012

Gafapastas en el BFI




No creo que ningún lector tenga problemas en el reconocimiento del concepto "gafapastas" pero por si acaso podéis bichear aquí una definición bastante prolija.

Pues gafapastas hailos en todos lados, aunque yo me atrevería a cifrar sus raíces en la Barcelona intelectual post Juegos Olímpicos del 92, y en Londres estos van al cine en el British Film Institute.

Ahora mismo están en faena con un monográfico sobre "el maestro del suspense" como citaría un gafapastas, es decir, Alfred Hitchcock, el gordito calvete detrás de títulos como "Psicosis", "Frenesí", "Vértigo", "Yo acuso" y todas esas fantásticas películas que mi madre grabó en el viejo VHS cuando las pusieron casi todas en la 2... Así yo me convertí en un precoz... destructor de su filmografía porque sobre muchas de sus películas grabé encima "Oliver y Benji" "Dragon Ball Z" "Superdetective en Hollywood" y quizás hasta alguna porno de esas que daban en el video comunitario.

Recuerdo especialmente una cinta que no sé por qué razón se salvó de la quema. Quiero recordar que en cierto modo me sentía culpable y decidí guardar esa como prueba de que mi maldad no alcanzaba un grado absoluto. Contenía tres películas, porque nuestro video ultramoderno entonces grababa ya en LP: "Enviado especial" "La ventana indiscreta" y "Extraños en un tren", y no sé por qué extraña razón un día me dio por verlas, y de seguro empecé por la segunda ya que era la única en color. Desde entonces puedo decir que no ha habido ninguna película del calvo gordete que no me haya gustado. Y me maldije por haber malgastado tan preciado tesoro cinematográfico en paparruchadas que ya me importaban un carajo (porno aparte). Me lo tenía bien merecido, más en una época donde encontrar, sin el internet, con los videoclubs adictos sólo a las novedades de Chuck Norris y Stallone y sin promociones de DVDs en los periódicos, una película de Alfred Hitchcock era empresa casi imposible.

Tras esa cinta que se salvó de la quema me convertí en un cazador de sus películas y poco a poco pude ir restituyendo la colección.

Aparte de la anécdota de joven con acné adicto al cine y al video comunitario, me gustaría recomendarles a los que viven por aquí que de vez en cuando se den un vistazo a la página del BFI, que tiene su cosa ver una peli clásica de las güenas en pantalla grande. Eso sí, les aconsejo ponerse unas gafas de pasta negra y llevarse un libro para hacer como si lo leen justo antes de la proyección, si es de Simone de Beauvoir mejor que mejor y así les prometo que no desentonarán con el conjunto.

Y si van al bar cumplan con la etiqueta, nada de cocacolas, ni cervezas, el buen gafpastas bebe vino, tinto si puede ser (y no sé pierdan buscando las palomitas, no se venden ni son bien recibidas, tanto o menos que si se enteran que borraste "Con la muerte en los talones" por "Colegialas en celo aprenden inglés a pelo")

5 comentarios:

Guirilandia dijo...

Se te ha olvidado comentar que cierto amigo te informa del evento y luego reservas entradas sin decírselo...
Al menos ya me pasarás la peli esa, la de colegialas claro.

Calvanki dijo...

Cierto, además con alevosía, jejeje.

Esa creo que la tengo en alcalá, jejeje

your father dijo...

Quillo...que tengo a tu madre revolviendo el cuarto buscando esa peli pa tirarla...

pandaneutrona dijo...

Eso es porque no entienden la genialidad de los títulos de porno en español. ¡Pura poesía!
Por cierto, NO me doy por aludida en lo de modernos de Barcelona ;)

Calvanki dijo...

jajaja, pos dile que no la va a encontrar, jejeje

Pandaneutrón: bueno... eso habría que discutirlo, jejeje