martes, 11 de septiembre de 2012

Fecha de caducidad.



Resulta que el amigo Bob ha sacado un disco nuevo y para la ocasión han montado en London una tienda con fecha de caducidad. En una semana se acaba, empezó hoy día diez y acaba a las ocho de la tarde el próximo dieciséis.

El disco se llama Tempest y vale doce libras. Luego tienes vinilos, toda su discográfica, camisetas, gorras, carteles vintage tal y como ellos mismos se proclaman y una armónica que no sé si con restos de saliva del genio que viene a costar unas setenta.

Está en el 47 de Beak Street, W1F 9SE

Y ahí estuvimos. El Mariano se compró el disco y casi que le hacía más ilusión la bolsa conmemorativa del evento "tienda por una semana" y el David que venía algo derrotado de tanto footing y bicicleta estaba que trinaba por una cervecita.

Nos plantamos en el White Horses, como tantas otras veces, después de deambular por varios pubs repletos de peña y buscando un aposento donde acomodarnos, al final acabamos donde siempre, de pie, en la puta calle, fumando y con una Samuel Smith

Y ahí el Mariano y yo le dimos la murga al David que acabó harto y aburrido de nuestras batallitas en la Uni. Y es que hace poco el Edu abrió un grupo de esos en facebook, lo bautizó como "Generación Filosófica del 98" con lo que el título llevaba consigo ya una errata; allí empezamos en el 97, quince años atrás que no es poco.

Así que los últimos días he vivido con un pequeño torrente de recuerdos, de nombres, de motes y rostros...

Como la tienda, la Uni también tuvo su fecha de caducidad, fueron cinco años donde de todo hubo y hubo de todo, y con el tiempo vas guardando en pequeños rincones de la memoria aquellos momentos, y los vas comprimiendo hasta que parecen que los has olvidado.

Pero a lo mismo que Mariano seguro que doblará la bolsa y conservará para siempre, y que algún día al rescatarla en alguna mudanza o descubrirla plegada en alguna maleta, se reirá del rato que posó delante de la tienda para que le sacase una foto mientas decía: "illo Davi, ven pacá con la bisi coño", esos recuerdos que una vez se arrinconaron, de repente, estallan y te dejan hueco, con las resonancias de un tiempo pasado y cojonudo.

Es por lo que escribo este blog, también por eso.

Un abrazo, compis filósofos. Y ya sabéis, si a alguno os interesa una armónica con la probable saliva de Bob, ya sabéis donde encontrarla.


No hay comentarios: