jueves, 4 de julio de 2013

Estar en la tele y lo importante del Snowden este.




El otro día me tope con la sede de la ITV en Londres y me llamó la atención a de ese gentío haciendo cola

La ITV son las siglas de "Independent Televisión" y lleva hipnotizando a los británicos desde mediados de los cincuenta.

La ITV es el papá de X Factor y de Mr Bean entre otros programas famosos mundialmente.

Yo personalmente no la he visto nunca, de hecho ni me había enterado que hace unos meses habían rediseñado el logo poniéndole color y buscando un trazado suave como si estuviera escrito a mano. Otra genialidad del marketing.

Yo siempre he sentido curiosidad por aquellos que pululan por los programas de televisión como público, los que aplauden, ríen, o simplemente están allí. Los que les dan el contexto. A los pocos que he conocido que han tenido la oportunidad de asistir a una grabación y han relatado la experiencia en mi presencia más o menos han venido a coincidir que es mortal de aburrido; son unas cuantas horas con pausas continuadas jalonadas de mal café, refrescos vahídos y bocadillos con la textura del chicle. Parece ser que uno acaba harta de tanto fingir aplausos.

Así que bueno, puede ser un plan, hacer cola mientras whatsapeas con un colega diciendo que vas a ver en directo al último imberbe haciendo gallitos o poniendo cara de misterio cuando a un concursante le hagan la última pregunta en un concurso de pseudocultura o riendo con la mayor naturalidad posible cuando un tipo baja la mano y te ordena que lo hagas y ya de paso, por qué no, ver como funciona la tele por dentro, la mayor herramienta de manipulación que el hombre ha conseguido pergeñar hasta la llegada de internet.

Con internet no pasa lo mismo, os imagináis una cola para ver como un par de programadores actualizan la página de Youtube o asistir a como el algoritmo de google efectúa una búsqueda en aún menos que un milisegundo y aplaudir la proeza con entusiasmo. Sería como, eh, ya, aplaude. No tiene gracia. Aunque apuesto a que las cocacolas, cafes y bocadillos serían igual de malos.

No, internet es menos dado a estos funambulismos.

Es por eso que creo que debemos mantener las orejas bien agudizadas por lo del tal Snowden este, el que ha puesto en la picota lo que todo el mundo sabe, que quizás alguien ahí detrás se está enterando de mis secretos, los tenga o no.

No sé que le ha movido, pero un tipo valiente y con dos huevos de rinoceronte.

Por que si ya la tele ya tenía lo suyo, en su labor idiotizadora global, y esos zombies como metáfora aguantando loa cola para ejecutar aplausos de mentira, ya lo que nos faltaba es que internet se convirtiera en la más infalible herramienta de espionaje mundial, donde tus intimidades, gustos, preferencias y amistades estuvieran ahí a la mano para el gobierno, corporación o grupo de poder que le entrara en gana cogerlo, como un supermercado libre de tráfico de privacidades.

Con el Snowden éste la tele, los periódicos, los tertulianos y demás parecen que sólo se preocupen de la tontería del gato y el ratón, tan superfluo y falso como las risas en un plató de televisión, y se hayan olvidado de lo importante, en lo que de veras nos la estamos jugando:

¡QUE NOS ESTÁN ESPIANDO COJONES!


2 comentarios:

LiMita dijo...

Me ha gustado mucho Alvarito... Un besazo! Paloma

Calvanki dijo...

gracias belleza!!!