jueves, 24 de enero de 2013

Fuerza Bruta


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Y en un oscuro círculo tres tipos me lanzan indicaciones: "muevete, muevete, muevete" y yo me arrastro y arrastro al de detrás y me apretujo y me quedo quieto. Silencio. Una luz abre otra y otra y los tambores estallan y la música truena a mil decibelios y un tipo corriendo intenta amarrar sus sueños o huye de sí mismo. Un tiro. Sangre. Pero aún sigue corriendo y se estrella contra muros que con su ira traspasa y cansado luego se queda frío, durmiendo y en su paz aparecen sus sueños... sueños donde el mal y el bien se persiguen en un manto plateado o se sospechan describiendo círculos en el vacío...

Esto y aún más es FUERZA BRUTA, cien hachazos, la vida engulléndote y tus huesos que te dictan el ritmo: baila cabrón, baila. Grita, palpa, siente. Sé parte de mí.

Cuando leí "El nacimiento de la tragedia" no imaginé que quince años después lo entendería. Esto es Dionisos a flor de piel, no es palabra, va a agarrar la emoción y a zarandearla y te van insuflando belleza, vértigo, sensualidad, miedo, risas, adrenalina, sorpresas, vida... te hechizan proveyéndote de vida.

Son los mejores 65 minutos que he pasado en mucho tiempo, los ojos como platos, la boca bien abierta  y el cuerpo electrificado.

Os lo recomiendo. Id. Ya.

Son buenos, son cojonudos...

...son la ostia puta en verso.

Y aún siéndolo, aún esperaría que todo el conjunto de este medio teatro medio circo de argentinos llamados Fuerza Bruta tuviera algo más de sentido, una frágil hebra que lo hilase todo; de lo que adolece o lo que yo no supe captar es la fuerza del símbolo; ya Nietzsche lo dijo en su libro, lo dionisíaco necesita lo apolíneo y viceversa y en su discordante equilibrio aguarda lo sublime.



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